Un ayudante de cocina debe ser una persona: Interesada por la cocina y la alimentación. Con formación específica como ayudante de cocina. Con conocimiento sobre los procedimientos de higiene, salud y seguridad en la cocina. Con conocimiento de las materias primas y las técnicas culinarias básicas. Flexible. Meticulosa. Capaz de trabajar en equipo. Con una buena higiene personal y buena forma física. Resistente, para estar de pie mucho rato y levantar o cargar objetos pesados. Rápida y eficiente.