**Experto(a)** **Consultor(a) especializado en la prevención de la Explotación Humana para la transferencia de capacidades al equipo interinstitucional de la Alcaldía de Cartagena de Indias** - **Presentación del Programa**_ El programa de USAID Conectando Caminos por los Derechos (CCD) apoya la transición entre la ayuda humanitaria y el desarrollo de mediano y largo plazo para migrantes venezolanos, colombianos retornados y comunidades receptoras en Colombia. Su objetivo es aumentar la cohesión comunitaria y la seguridad ciudadana, para garantizar el derecho de todos los miembros de la sociedad a vivir libres de toda forma de crimen y violencia, independientemente de su estado legal en el país. CCD es implementado por el consorcio integrado por ABA-ROLI, Freedom House, Pact e Internews. CCD opera en áreas metropolitanas con amplia población migrante como Riohacha, Maicao, Cúcuta, Bucaramanga, Santa Marta, Cartagena, Barranquilla, Cali, Medellín, Bogotá, Pasto e Ipiales. CCD aborda las violaciones de derechos humanos que prevalecen en comunidades receptoras y que representan mayor riesgo para la cohesión y la seguridad. El proyecto apoya la prevención y protección de las personas frente a la explotación laboral, la explotación sexual, el reclutamiento forzado, el tráfico de personas, la desaparición forzada y la violencia basada en género (VBG). Entre las poblaciones priorizadas por CCD se hace énfasis en mujeres, niñez y juventud, indígenas, afrocolombianos y personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Bajo el Objetivo 1 -_Prevención de violaciones a los derechos humanos_-, CCD fortalece el marco legal y la capacidad institucional del gobierno colombiano para la prevención de violaciones de derechos humanos y la regularización de los migrantes venezolanos. Por su parte, bajo el Objetivo 3 -_Respuesta a las violaciones de derechos humanos_-, CCD ayuda a mejorar la documentación, valoración y difusión de las violaciones de los derechos humanos y apoya el litigio para poblaciones vulnerables. CCD contribuye a aumentar el acceso de migrantes y víctimas de violaciones de derechos humanos a servicios de justicia de calidad. Así mismo, bajo los componentes transversales de Género e Inclusión Social y de Lucha contra la Trata de Personas, ABA ROLI garantiza que CCD incorpore herramientas y mecanismos enfocados en las necesidades de grupos poblacionales en alta vulnerabilidad y estrategias encaminadas en crear y fortalecer capacidades de las autoridades y organizaciones de la sociedad civil para abordar la lucha contra la Trata de Personas (TP), respectivamente. Por su posición geográfica, su dinámica económica y su atractivo turístico, Cartagena ha sido históricamente un sitio receptor de las poblaciones afectadas por la violencia o conflicto armado, como también por los flujos migratorios ocasionados por la crisis social, económica y política de Venezuela, que ven a la ciudad como un sitio atractivo para relocalizarse y mejorar su calidad de vida a través de la búsqueda de mejores oportunidades. Es por ello, que la Alcaldía de Cartagena, además de atender a la población originaria del Distrito, actualmente está dando atención a población migrante venezolana y colombianos retornados que se encuentran en alto grado de vulnerabilidad y desprotección gracias a los altos índices de pobreza monetaria y multidimensional en las áreas en donde se encuentran asentados. Según infografía de Migración Colombia, el departamento de Bolívar ocupa el décimo lugar y Cartagena el sexto lugar como ciudad donde ha llegado población de nacionalidad venezolana. Cartagena de Indias es el principal centro urbano del departamento de Bolívar y un importante foco de atracción poblacional, que se ha convertido desde el año 2014 en el destino principal del Departamento para alrededor de 50.026 personas de origen venezolano, cifra que podría ser mayor dada la dificultad de llevar registros exactos de la población migrante que ingresa irregularmente. Esta población subsiste en un 60% de las ventas ambulantes (economía informal), así como de actividades formales en el sector servicio y en el sector turístico. Además, Cartagena cuenta con poblaciones afrodescendientes e indígenas, tanto rurales como urbanas, altamente expuestas a diferentes riesgos, entre otros factores por desconocimiento de sus derechos, prácticas y creencias históricas y culturales en relación con la informalidad laboral, las VBG, las violencias por pertenencia étnica, la apropiación de los espacios urbanos, entre otros, que normalizan o sostienen diferentes formas de explotación. Es en este contexto, que las prácticas de servidumbre, servicios o trabajos forzosos, mendicidad ajena, matrimonio servil, explotación sexual, e inducción a la realización de actividades delictivas se manifiestan en la ciudad. Así mismo, se ha identificado una capacidad limitada para